Benito José Lodos Martínez

Riotorto, Lugo. 1942. ¡ Diócesis de Mondoñedo !

Asistí poco tiempo a la escuela rural, mixta en sexos y edades, regentada por un “señor maestro” que impartía conocimientos y disciplina. Recibí la enseñanza primaria en“el colegio” de Ribadeo.

 

Saga sacerdotal de los Lodos.-Luego, me encauzaron a la carrera eclesiástica y, así, proseguir la saga familiar:

1) En la generación de mi abuelo hubo dos hermanos sacerdotes: don Manuel, párroco en Belesar (Villalba)y don Benito Lodos Díaz, coadjutor parroquial;

2) En la de mi padre, tres hermanos sacerdotes: don

Benito, coadjutor en la parroquia del Carmen de Ferrol, fallecido prematuramente, don Francisco,jesuita profesor universitario de Derecho canónico y don José Antonio Lodos Villarino, párroco de Burela, promotor de una nueva iglesia parroquial; 3) en mi generación, dos primos hermanos fueron sacerdotes: don José Antonio Novo Lodos, capellán de la Armada y don Antonio Rodríguez Lodos, párroco de San Jorge, Lorenzana.

 

Traspiés en Lorenzana,- Empecé con mal pié los estudios eclesiásticos: suspendí el primer examen de ingreso (evaluaba a los aspirantes el recordado don Francisco Fraga López, rector, su presencia hierática y adusta me provocó semejante nerviosismo que fui incapaz de encontrar la página del libro que él me pedía para la prueba de lectura). Ingresé en el seminario de Lorenzana en el año académico 1954/55. No me apliqué al estudio, suspendí curso, tuve que repetirlo al año siguiente y soportar el oprobioso estigma de repetidor.

El internado en el ciclo de Lorenzana, aunque algo duro y espartano, con desarraigo familiar a muy temprana edad, 9-11 años, era decididamente formativo: igualitario (el uniforme colegial eraun “guardapolvos”), riguroso en higiene y aseo personal (los domingos: revista de limpieza de uñas, calzado, corte de pelo, utensilios higiénicos, …) exigente en disciplina comunitaria, se accedía en ordenadas filas a todos los actos comunes, horario temprano para levantarse (6:45 los días lectivos), uniformidad en el menú (eran años de posguerra, ayuda norteamericana, mantequilla, queso, leche en polvo, …) Admirable pedagogía en valores cívicos y cristianos.

 

Mondoñedo: Filosofía y Teología.-En septiembre 1957/58 pasé al seminario Menor de Mondoñedo a cursar tercero de Latín y Humanidades y, en 1960/61, al Mayor para 1º de Filosofía.

Con el ciclo de tres años de Filosofía finalizaban los estudios previos a los cuatro de

Teología, específicos de la carrera eclesiástica que cursé íntegra, terminándola en 1966/67 aunque renunciando a la subsiguiente ordenación sacerdotal.

Qué completo, formativo y cabal era el plan de estudios y programación del seminario. Además de lenguas clásicas (griego, latín e iniciación al hebreo) se estudiaban las modernas: francés e inglés  (en ésta tengo un aceptable nivel: fui a practicarla a Inglaterra varios años en mis vacaciones de verano). ciencias naturales. música, con aulas dotadas de pianos. Eventos culturales. educación física. prácticas de deportes, etc.

 

“Fábrica”  de profesionales.-Entre los años 1955 y 1967 se formaron en sus aulas 3.463 alumnos que alcanzaron brillantes salidas profesionales: catedráticos de universidad con varios “magníficos” rectores, catedráticos de enseñanza media, magisterio, abogacía, ciencias económicas, periodismo, músicos, sacerdotes diocesanos y misioneros, destacados hombres de negocios, etc. La formación del Seminario  era admirable en “letras” y algo incompleta en “ciencias”, así, fueron pocos los exalumnos que siguieron carreras técnicas, médicas, etc.

Seguidamente, el rector y formadores del Seminario me orientaron a estudiar Ciencias Sociales en el Instituto Social León XIII, ubicado en Madrid,  en el grandioso complejo universitario erigido y patrocinado por el memorable cardenal Herrera Oria. Sólo realicé un curso completo.

 

Derecho: al año recobrado.-En el mismo año 1967/68 me matriculé como alumno oficial en la facultad de Derecho en la Universidad Central, “Complutense” de Madrid. Finalicé la licenciatura en 1970/71 cursándola en sólo 4 años quedando así resarcido el año que perdí como repetidor en Lorenzana. Previa realización del examen de “grado” en la misma Universidad Complutense y traslado del expediente académico, realicé los “cursos monográficos” del Doctorado en la de Santiago de Compostela en el 1973/74. No llegué a confeccionar la tesis doctoral.

 

Nostalgia  de Mondoñedo.-Mi vida profesional discurrió como funcionario del cuerpo superior de la Administración en varios destinos y, desde el año 1981, como abogado ejerciente en el lustre Colegio de A Coruña. En alguna etapa de mi vida tuve inconvenientes para compatibilizar la función pública con el ejercicio libre de la profesión. Desde hace años, “aspernatus labore otio me dedi” y disfruto cuanto puedo la jubilación en el campo, en mi aldea natal o en La Coruña, donde tengo mi domicilio.

No olvidaré decir que el seminario diocesano de Mondoñedo fue mi escuela y mi hogar durante muchos años. Le profeso una nostalgia enorme gratitud y reconocimiento. Me causa pena su estado actual, casi deshabitado, y lamento profundamente el incierto futuro que, tal vez, ya a corto plazo, le espera.