Chao Falcón Ángel

San Vicente de Trigas (Mondoñedo), 1938. Seminario: 1952-1965

Soy natural de la parroquia de San Vicente, aldea totalmente rural como eran la mayoría de las aldeas de Galicia;  mitad agricultura, mitad ganadería, regentada por el párroco de Sasdónidgas, distante a dos kms. Y de Mondoñedo, a seis.

Al párroco solo lo veíamos los domingos y festivos.

 

Familia de vocaciones.-Mi formación  cultural-religiosa la recibí tanto en la escuela mixta, regentada por una maestra, como  de mis padres, siempre cuidadosos de la frecuencia a la escuela.Eran tradición en mi familia, por las dos partes, las vocaciones religiosas. Por parte de mi padre,  tres tíos sacerdotes,  y de mi madre,  tres franciscanos. Así que entre tantos hermanos que éramos, fui el elegido. Las tradiciones eran por entonces muy arraigadas.

 

Al Seminario de Lorenxana.-A los doce años cumplidos,  al seminario. No era un asunto que me hiciera mucha ilusión, nunca había salido de casa, mi mundo se reducía a la familia, la pequeña aldea y poco más. La timidez se apoderaba de mí. Miedo a lo desconocido.

Partí ese día con mi padre y la yegua, cargando con la maleta y el colchón, dirección a Vilanova (Lorenzana). Solo 14 kms.,  de una tirada.

Allí me encontré con D. José María Puente en su despacho. Me impresionó su figura, todo el tiempo hablando castellano. Me parecía muy grande. Y cuando me dice que coja un libro de cada montón -casi no podía con ellos-, cavilaba: ¿todo esto tengo que aprender?

Me enseñaron a hacer la cama y con la misma, ya sabes, todos los días a hacerla tú.

El primer día. antes de ir a cenar, pasamos por el cuarto de las maletas  a coger cada uno su servilleta (el que la tenía),  y al comedor. Para mí, servilleta y toalla eran lo  mismo, así que me cojo la toalla, pero visto que nadie la llevaba, la guardo debajo del brazo tapada con el guardapolvos y así me tienes toda la cena y hasta que nos acostamos. ¡Qué apuro!

Con el tiempo todo fue más llevadero porque vas conociendo a los compañeros, haces amigos y no te resulta tan extraño.

 

Paso a Mondoñedo.-En Mondoñedo ya eres más respetado. Algunos profesores te trataban de usted. Nadie te levanta la mano ni te ponen de rodillas; en la capilla,  delante de todos, ni te castigan a los pasillos a pasear en silencio. Vas cambiando tú y las circunstancias.

Las vacaciones de verano en la aldea eran las típicas: la recolecta del cereal, heno, siembra, cuidado del ganado…

En el mes de agosto éramos invitados por el seminario a disfrutar del campamento en la Devesa (Ribadeo) Los primeros años, como no era obligatorio, mi padre,  nada de nada: ¨hay mucho trabajo en casa” y a callar. Con el tiempo me las arreglé para que  me dejaran. ¡Esas sí que eran vacaciones!

 

En Teología.-Durante los cursos de teología organizábamos, los domingos por la mañana, la catequesis  de las parroquias de Mondoñedo y sus barrios. Era entretenido y oportuno el alternar con la gente.

En junio de 1965 se celebraba en Puentes de García Rodríguez el Congreso Eucarístico de la diócesis,  y el acto por excelencia de dicho congreso fue nuestra ordenación sacerdotal.  (12-VI-1965)

Un año de convivencia en la Domus (Ferrol), colaborando en las distintas parroquias de la ciudad. Me tocó Canido,  con D. Gabriel Vázquez Seijas de párroco.

Ocho años ejerciendo de ecónomo en las parroquias de Ambosores y Muras,  en ese orden.

 

Suiza y regreso.-Tenia ganas de conocer Suiza. Me pasé un tiempo  trabajando en Ginebra, de portero de piso,  y de ahí,  a cajero de restaurante. En  este ramo de contabilidad me encontré con Sixto, ex de Mondoñedo, segundo jefe de contabilidad. Me animaba a que aguantara,  pero al final lo dejé todo, y de nuevo a nuestra tierra.

 

Asiento profesional en Navarra.-En Navarra me fue bien. Trabajé unos años de camarero, experiencia muy interesante. Conocí a la que es mi esposa y terminamos trabajando los dos en el centro emisor de RTVE de la Higa de Monreal (Navarra). Estudié electricidad y electrónica. Como oficial técnico continué trabajando en esta empresa hasta que me jubilé.

Actualmente vivo en Burlada, a dos kms. de Pamplona.

Todos los años en verano me tienes en Foz. Llevo más años viviendo en Navarra que en Galicia y hablando castellano, pero a terriña y toda mi familia directa tiran. Y así haremos todos los años mientras la salud nos lo permita.