Fallece el sacerdote Evaristo Lorenzo Orol

Evaristo Lorenzo el 12 de agosto último, en una "Xuntanza" de antiguos compañeros en el Seminario de Mondoñedo.
Evaristo Lorenzo el 12 de agosto último, en una «Xuntanza» de antiguos compañeros en el Seminario de Mondoñedo.

A primera hora de la mañana de hoy (domingo, 9 octubre) falleció en la Residencia Sanitaria Arquitecto Marcide, de Ferrol, el sacerdote don Evaristo Lorenzo Orol. Hace unos diez días había ingresado en el centro aquejado de severas dificultades respiratorias, agravadas por otros achaques que deterioraron su salud en los últimos años.

Sus restos mortales fueron trasladados hoy al Tanatorio de Ferreira do Valodouro. Mañana, lunes, a las cinco de la tarde, serán conducidos a la iglesia de Recaré, donde se celebrará el funeral. Seguidamente, recibirán sepultura en el cementerio parroquial.

Evaristo Lorenzo había nacido en la parroquia de San Xiao de Recaré (Valodouro) el 22 de septiembre de 1940. A los 14 años ingresó en el Seminario Menor de Vilanova de Lourenzá, de donde pasó al de Mondoñedo para continuar los estudios de Latín y Humanidades, Filosofía y Teología. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1966. Con posterioridad, completó su formación con estudios de Sociología en la entonces naciente Universidad Eclesiástica San Dámaso, de la archidiócesis de Madrid.

Ejerció, entre las misiones pastores, como cura de San Mateo de Trasancos (Narón), de Lago y Morás (Xove), San Xiao de Castelo (Viveiro) y Santiago Apòstolo, de Narón.

Fue además profesor de Religión del Instituto Femenino de Ferrol y del Instituto de Ciencias Eclesiásticas ferrolano.

Hace dos años, ya seriamente quebrando su estado de salud, se vio obligado a cesar como cura de la parroquia de Santiago Apóstolo, en la Gándara de Narón, y pasar a residir en la Domus Ecclesiae. Los feligreses de esta su última parroquia le rindieron el pasado año un fervosoro homenaje por sus 26 de dedicación pastoral. En el ofrecimiento del acto, don Evaristo fue definido como “un sacerdote generoso y desprendido y un ser humano que deja huella imborrable por donde pasa”.

Sepelio en Recaré

Las honras fúnebres en memoria de don Evaristo constituyeron una multitudinaria y emotiva manifestación de duelo. Junto a la familia, se hallaba presentes la práctica totalidad de los vecinos de Recaré y  otros llegados de parroquias vecinas. La ceremonia religiosa estuvo presidida por el obispo  de Mondoñedo-Ferrol, Mons. Luis Ángel de las Heras, a quien acompañaban el vicario y el administrador de la diócesis y medio centenar de sacerdotes, así como  ex seminaristas antiguos compañeros del sacerdote fallecido. Al final del oficio, se leyó un texto, titulado «Oración a Evaristo Lorenzo Orol», escrito por su compañero de curso en el seminario, el sacerdote don Manuel Carballo Ferreiro, que reproducimos seguidamente.

Oración a Evaristo Lorenzo Orol

Por Xosé Manuel Carballo Ferreiro

Nos primeiros tempos de seminario e sendo compañeiros de curso, neses anos en que xa non se é neno; pero tampouco aínda se é mozo, non tardei en saber que Evaristo Lorenzo Orol proviña dunha familia humilde, humildosa e numerosa do Vale D´ouro . Tampouco tardei en observar por min meso que era un chisco berrón. Quero dicir: que tiña un son de voz afinado contra riba, que tamén era nervioso, apurado, sen moitas agardas e que non lle faltaba una pizquiña de mal xenio se se vía apertado.

Pero cando tocaba rezar, acougaba quedándose quietiño, non parado, e mesmo apertaba os ollos e os dentes, coma facendo forza para axudarlle a Dios a facer o seu traballo.

Eses trazos e outros moitos foron conformando a súa identidade de home maduro e de ben.

Nunca renegou das orixes e así, a humildade, como proximidade, sentirse á altura dos de máis abaixo, foi a súa bandeira.

Proceder de familia numerosa ensinoulle a amar de xeito moi aberto, sen poñer cancelas, nin constrinxir o seu amor a estreiteces pesadas e medida ou con lindes moi ben definidas.

Ser berrón, sen chegar a perder o control de si mesmo, permitiulle facerse oír. Denunciar a multinacionais que cambiaban excesivo flúor para todos por traballo pra uns poucos; e ser denunciado por desacato, enténdase: falta de submisión, á autoridade incompetente, pero obediente. Sobráballe voz e grazas a iso puido prestárllela o moitos espropiados dela.

O vivir apurado, sabendo diferenciar moi ben entre dez minutos e un cuarto de hora, pero sabendo tamén parar o que faga falta con quen sofre, incapacitouno pra perder un minuto na sementeira do ben, da verdadeira xustiza, do Evanxeo e da Gracia de Dios.

Así viviu 50 anos de cura e así pasou o que tiña que pasar: Foille medrando, medrando, o corazón ata non caberlle na caixa e… ¡zas!, morreu de amor.

Si, diga o que diga o parte médico de defunción, Evaristo Lorenzo Orol morreu por ter o corazón máis grande do normal!

Ha custar traballo telo quieto no futuro, pero, de momento, Descansa En Paz.

Se pode ser, Evaristo, vai preparando un sitiño por aí por cerca de ti e mira que tampouco quede lonxe de Manolo Cao do Cadramón e de tantos outros amigos que xa viven na Luz, porque tén que ser certo que “o amor non pasa nunca”. Amén.

Defensor de las causas justas

A lo largo de la jornada dominical me llegó la triste noticia del fallecimiento de un antiguo condiscípulo de las aulas del Seminario de Mondoñedo: el cura Evaristo Lorenzo Orol. Hace más de un año era homenajeado por sus feligreses de la parroquia de Santiago Apóstol de A Gándara (Narón) en la que prestó 26 años de servicio. Hombre de entregada labor pastoral fue también siempre fiel a su compromiso en la defensa de las causas justas de la sociedad en la que le tocó vivir. Allá por el año 1981 llegó a ser detenido e ingresado en el depósito municipal de Mondoñedo acusado de desacato por el entonces alcalde de Lago (Xove-Lugo) al que llamó «ladrón» y «sinvergüenza» en el curso de un pleno en el que se abordó el asunto del pago de las indemnizaciones por la contaminación del flúor del complejo Alúmina-Aluminio. Evaristo Lorenzo, que era el párroco de Lago, asistía a la sesión mezclado con el público. Mañana será enterrado en Recaré (Ferreira do Valadouro) de donde era natural. Descanse en paz el amigo y antiguo compañero.

Germán Castro Tomé

Fiel a sus ideas

Lamento que la distancia me impida estar mañana en Ferreira para despedir a Evaristo al que todos recordaremos, y será nuestro homenaje como sacerdote y hombre fiel a sus ideas y a sus amigos.

José Ramón Franco Trashorras

Gracias polo teu exemplo

Cando a homenaxe ó Seminario, impresionoume a paciencia e naturalidade con que levaba a sua carga. Gracias, Evaristo, polo teu exemplo.

Jenaro Pérez

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*