Severino López González

Xerdiz, Orol (Lugo), 1942. Ingresó en el Seminario de Vilanova de Lourenzá en 1954 y continuó en Mondoñedo  hasta concluir Segundo de Filosofía en junio de 1961. Tres meses más tarde, y en compañía de su condiscípulo José Ramón Francisco Trashorras, aprobó en el Instituto de Lugo la Reválida de Sexto. De ahí, a La Coruña,  para preparar el curso Preuniversitario. Sin rehuir esfuerzos –acorde con la firmeza que le acompañó siempre-, afrontó lo más difícil. Comenzó a dar clases de Letras (Filosofía, Latín, Griego… ) en una academia coruñesa,  al tiempo que se matriculó en la Facultad de Filosofía y Letras de Oviedo.  Tenía por delante un horizonte de cinco años estudiando por libre y sin pisar las aulas. Pero, como bien podríamos adivinar sus condiscípulos, no perdió una sola convocatoria. Los cursos comunes los hizo en Oviedo y los tres de especialidad (Historia), en la Universidad de Santiago.

Catedrático de instituto.-Con la licenciatura en la mano,  ganó  en Madrid la oposición  a Profesor Agregado de Enseñanza Media  y fue destinado al Instituto  Carreño Miranda de Avilés, En 1973 ganó la cátedra de Historia y tomo posesión en el instituto de Vilalba (Lugo), centro en el que permaneció cuatro años, el último de ellos como director.

De Villalba pasó a La Coruña, primero al Instituto del Agra del Orzán y, durante más de veinte años, como titular de Historia en el Eusebio da Guarda.

A finales de los años 80 fue presidente de cuatro tribunales de oposiciones  a profesores  agregados de Bachillerato.

Si algún recuerdo dejó el profesor López González entre sus alumnos ha sido su inequívoca vocación docente  y la ejemplar relación de respeto mutuo con sus alumnos. ´

Nuestro amigo Seve sigue viviendio con Coral, su mujer, en La Coruña, la ciudad que le robó el suspiro, pero sigue acudiendo nostálgicamente a su Xerdiz natal, con una flor en la mano y otra en el corazón.