El Cardenal Rouco Varela presidió el funeral
Sus amigos y antiguos compañeros de Madrid y los fieles de la parroquia de la Inmaculada y Santa Vienta María despidieron el pasado día 13 de enero a Ramón Pérez Díaz con la devoción y el calor fraternal que él nos había enseñado. Doce sacerdotes en el presbiterio en un oficio de funeral presidido por el cardenal Antonio María Roco Varela dan prueba de la consideración que había logrado labrarse entre sus compañeros madrileños en el sacerdocio.
Don Antonio y Ramón no habían coincidido en el Seminario de Mondoñedo por solo unos meses. Ramón se ordenó en junio de 1964 y el hoy cardenal regresaba entonces de Munich con su Doctorado (cum laude) en Derecho Canónico que se agregaba a la de Teología obtenida con anterioridad en Salamanca. En sep
tiembre de ese año, don Antonio María se incorporaba al claustro de profesora del Seminario de Mondoñedo como profesor de Derecho y Teología Fundamental. Su relación de amistad se fraguó años más tarde, y don Antonio quiso hacer honor a este vínculo con su presencia en esta eucaristía.
Ramón estaba vinculado desde hacía varias décadas a la parroquia de la Inmaculada, en la Avenida de Brasil, de Madrid, como colaborador en las tareas de culto, labor que compartía con el apoyo espiritual a la comunidad de religiosas de Hijas de María Inmaculada, con colegio y Casa en la calle de Ríos Rosas. Era conocido y apreciado por sus feligreses por su sencillez, su rectitud de juicio y su amable conversación. El Cardenal Rouco recordó su inextinguible vínculo filial con Mondoñedo y su apego la iglesia de Los Remedios, patrona de la diócesis.
Ramón era, de antiguo, el “Capellán” oficioso –sí le nombraban, afectuosamente- de la colonia de ex seminaristas mindonienses que residente en Madrid. Representaba el vínculo nostálgico con el viejo Seminario y ejercía como puntual proveedor de información de la vida de la diócesis. Su contacto con este grupo se estrechó en 2015 con motivo de la organización del Homenaje al Seminario. El pasado 24 de noviembre asistió al almuerzo ofrecido por este grupo a nuestro obispo, don Luis Ángel. En ese encuentro, Ramón se mostró decidido animador de la celebración de una segunda Xuntanza general de ex seminaristas en el Seminario de Mondoñedo el próximo mes de octubre. Obtenida ya la aquiescencia de Monseñor De las Heras, los amigos de Ramón se disponen a cumplir este último mandato de su siempre generoso corazón.
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