(Reseña de EL PROGRESO, de Lugo)
El vivariense Francisco Cal Pardo, ingeniero industrial, licenciado en Económicas y experto en la gestión de grandes empresas, tanto públicas como privadas, ocupando cargos de responsabilidad en Aena, Renfe, Unión Fenosa o Tecniberia, fue el encargado de pregonar la Semana Santa de Mondoñedo y lo hizo destacando la participación de los ciudadanos en los diferentes actos, pues «los mindonienses no asisten a las procesiones como espectadores, sino como miembros de las mismas», apuntó. El pregón tuvo lugar sábado, 9 de abril, en la Casa da Xuventude con una notable participación y la actuación musical del coro Mestre Pacheco.
Una característica a la que aúna otras «como la austeridad, la humildad y el silencio» que junto «al ambiente cultural y paisajístico» la convierten en especial y merecedora de lleno del título de Interese Turístico Galego que la acompaña.
Una Semana Santa de la que el mariñano, presidente de la Asociación de Empresarios Gallegos de Madrid, destacó su enorme vinculación con el mundo artístico, en especial con músicos como Pascual Veiga, autor del Himno Galego; O Pallarego, «que fue un gran mecenas de la ciudad», o José Pacheco, «el gran maestro de capilla autor de numerosas composiciones», entre las que destacó el Plorans, del que Cal Pardo llegó a citar algunos párrafos y del que recordó que «por expreso deseo de su autor solo se puede interpretar en Mondoñedo durante la Semana Santa y en la Capilla Real de Madrid».
El primer Cunqueiriano de Honra -cuyo título inicial fue Emeritus- también se refirió al gran maestro de las letras Álvaro Cunqueiro y leyó unos textos relativos a la Pascua, porque «poca gente escribe sobre ella, ya que se centran más bien en el dolor y no tanto en el triunfo de la resurrección y Cunqueiro sí se ocupa de eso», admitió.
El pregonero también aludió al inmenso trabajo de la VOT (Venerable Orden Tercera) Franciscana «como organizadores de la Semana Santa y custodios de las imágenes que salen en las procesiones, que apenas han cambiado desde el siglo XVIII y muchas cosas se conservan desde entonces», relató Cal Pardo, quien recordó que la mayoría de las imágenes que salen en la ciudad episcopal mindoniense son de ese siglo y del XIX, lo que le imprime aún más valor a una celebración de la que destaca «su silencio» y que invita a la reflexión.
Biografía de Francisco Cal Pardo:
Dejar una contestacion