Digno Pacio Lindín: 89 años

Don Digno (a la derecha) en la Universidad de A Coruña en 2011

El 18 de noviembre  cumplió   89 años don Digno Pacio Lindín, una de los más decididos e influyentes renovadores intelectuales y morales del Seminario de Mondoñedo en los primeros años de la década de 1960,

El impacto de aquella etapa entre quienes cursaban Filosofía en aquella Casa está palmariamente recogido en el libro colectivo de homenaje  “Dino Pacio Lindín. O guía dunha vangarda cultural”,  editado en 2021 bajo la coordinación del profesor Manuel Rivas García y la colaboración de 16 firmas, en su mayoría antiguos alumnos suyos. En la introducción a este obra colectiva, Manuel Rivas García subraya el papel desempeñado por un puñado de profesores del Seminario a mediados en aquellos  años 60 del pasado siglo (años conciliares)  por un grupo de profesores que Dino encabezaba. “Produciuse entón”

-escribe Rivas- “un pequeño –ou non tan pequeño- sismo que moveu os muros da institución eclesiástica: os alumnos pasaron a convalidar os estudos e a obter títulos civís que os capacitaban para exercer unha profesión fora do ámbito eclesiástico”.

 

Díaz Guerrero. amigo

Por nuestro amigo Ramón Díaz Guerrero, alumno primero y amigo especialmente cercano de Digno años más tarde, conocemos al precario estado de salud del ilustre profesor en Nueva York, su lugar de residencia desde hace más de medio siglo. A consecuencia de un ictus, Dino necesita recibe cuidados especiales en una residencia próxima a su casa. De continuo recibe la visita de su esposa, Cielo, y de sus hijas Raiola y Silvia. Sus 89 años han ido sembrando estragos también en su memoria.

Díaz Guerrero escribió en su día:

“Después de esos años de enseñanza y entrega a aquellos jóvenes con grandes ideales decidió que su misión se había cumplido y se plantea iniciar y explorar otros caminos en su afán por mejorar y enriquecerse personalmente e intelectualmente. Su destino es Estados Unidos. Lo hizo porque “pudo y porque quiso” como dijera el Marqués de Santa Cruz al construir un palacio en el Viso. Dejó Mondoñedo por propia iniciativa y de manera consciente. No fue como algunos especularon que le habían aconsejado sus superiores a abandonar el Seminario y sus actividades. Se fue en silencio pero dejó una gran herencia humana e intelectual de la que muchos vivimos y conservamos.  No hubo homenaje de despedida por parte de los alumnos. No sé si lo hubo par parte de sus compañeros de vocación y profesión. En aquel lugar y en aquella situación no se cultivaban ni se manifestaban  mucho las emociones al menos públicamente”.

Nuestro recuerdo, admiración y gratitud por siempre a un  maestro insobornable.

Portada del libro sobre Don Digno

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