J. M. García Cheda, todo música

Por fin podemos disfrutar de sus obras, digitalizadas

El camino más corto para llegar al José Manuel García Cheda  músico, cursando segundo de Filosofía en Mondoñedo (curso 1960-61), ya cautivado por la guitarra y la partitura, pasa por José Luis Caruncho, filósofo de primero.  Dos mozartianos en ciernes. Caruncho llegaría a sustituir como organista titular al legendario  Bello Lagüela, tras mejorar su aprendizaje, al igual que García Cendán, en Salamanca.  Él nos  ahorra, con su testimonio, mucha  biografía de García Cheda. :

— En una ocasión, recuerda Caruncho, y para mi sorpresa, me encontré a José Manuel sentado al armonio grande de la capilla del Menor. Qué raro: a  muy pocos confiaba don Eugenio la llave de acceso al coro. Cheda estaba interpretando un coral y me quedé prendado por las transiciones. Al cabo de oírlo, le pregunté. “¿Es de Bach?”. “No, es mío”, respondió. Me maravilló y me quedé con un, digamos,  … con un deje que luego inspiraría algunas frases musicales de mis composiciones. Por entonces, Cheda era un maestro con la guitarra. Ver cómo movía los dedos: les daba vida No, no era un mero acompañante. En muchos rincones del Seminario se esconden todavía sonidos y acordes del virtuosismo de Cheda con la guitarra.

Todo música, sólo música

En el Seminario comenzó todo, pero el vendaval melómano vino después de su licenciatura en Roma, la convalidación y doctorado en Filosofía en Madrid y su paso por el Real Conservatorio madrileño donde nace su amistad con Ernesto Halffter. Se graduó en solfeo, armonía, contrapunto y fuga. Ya casado, se trasladó a Valencia y desde entonces su vida ha sido la música, todo música, sólo música.

— Prácticamente, mi vida estuvo dedicada a la música desde mi salida del Seminario, recuerda José Manuel Cheda. No como instrumentista –lo detesto- sino como compositor. Escribo por pura vocación. Es algo existencial, interior, profundo. Eres tú entero. Todo está relacionado con todo. Escribo con una regularidad irregular. A veces, un simple impulso me lleva a componer.

Ahí quedan más de 140 obras (sinfonías, corales,  ragtimes afroamericanos y, por fin,  canciones ligeras de compromiso, musicando poemas de personas amigas).

 

Digitalizar toda su obra

“Mi trabajo actual está volcado preferentemente en digitalizar todo lo escrito, Un día apareció mi hijo, que es informático, con todo el paquete: ordenador, teclado y todo eso, con   el programa “MuseScore” editor de partituras. Descubrí un mundo nuevo. Me dio las instrucciones básicas y empecé. El software tiene todos los instrumentos. Das a un botón y suena la música. Un día probé la tuba y quedé impactado. Llevo 30 obras digitalizadas y no sé si llegaré a terminar todo lo que falta.

Sorpresa, la mía. Ya os he contado que José Manual escribe para sí mismo, y no será porque no haya oído nuestras reprimendas. Ha sido capaz de encerrar sus partituras en un cartapacio antes de verle la cara al público. Esto tiene mal arreglo, pero el bendito MuseScore nos ha redimido y, por fin, el papel pautado de José Manuel se deja oír con increíble perfección.

Hoy podrás escuchar una obra trotante, envolvente. Se titula “Marcha del Peregrino”, de cuya letra es también autor José Manuel. “Es la parábola de un peregrino para oír, preferentemente, en un lugar de peregrinaje, como Santiago, por ejemplo”. En esta obra aparece un Cheda torrencial. Y esto es sólo el comienzo. Os prometo nuevas obras digitalizadas. De momento ya tengo cuatro más en la reserva,

Por fin, José Manuel García Cheda sale a nuestro encuentro. Lo estábamos aguardando.-R. B.

 

Marcha del Peregrino, 3´40”

 

 

2 comentarios

  1. Admiraba entonces y sigo valorando como algunos de nuestros compañeros aprovecharon aquellos años para completar su formación musical a través del saber y buen hacer de don Eugenio o de don Jaime. Otros no le dimos la importancia que merecía a la música.
    Sigo admirando a Suso el Vivariense, a Bernardo a Domínguez, a Villar Cheda y como no a Garcia Cheda y Caruncho y a tantos otros que también contribuyeron a formarnos en el lenguaje musical. Algunos luego, libres ya de cargas laborales, volvimos a recuperar el SOLFEO DE LOS SOLFEOS gracias a aquella semilla que ellos sembraron.
    Hoy toca felicitar a José Manuel y valorar su obra. Escuchando esa obra he vuelto a alguna de las ceremonias solemnes de la capilla mayor o de la catedral de aquellos tiempos que seguimos recordando con gratitud y afecto a todos ellos.
    Parabens e grazas Xosé Manuel

  2. Non entendo de música nin de outras cousas, pero, oíndo
    ésta, pásame como có viño, sei a que me gusta. Grazas, Sr. Cheda

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*