Severino López González, la fecunda vida de un luchador

Severino López González

Todavía hoy, y van 64 años desde que nos separamos, viene a mi memoria aquel Severino enjuto, “formal” que decíamos antes; bonachón sin formalidades, de palabra firme aunque no caudalosa, siempre pegado a los libros. Cuando nos veíamos –alguna vez en Ortigueira y más a menudo en las xuntanzas estivales de Mondoñedo- salía a relucir, embromándonos,  nuestros “éxito”  en el Seminario, cuando en no recuerdo qué fiesta cantamos a dúo la ranchera “Gorrioncito pecho amarillo” de Miguel Acebes  Mejía desde el púlpito del refectorio. No teníamos precio, sobre todo él que, si no recuerdo mal, perteneció  a la Schola de don Eugenio.  (Mantuvo siempre la afición a la música. Eso le valió colocarse durante la mili en el Coro de la Marina, en Ferrol, un destino no muy castrense pero sumamente lúdico para él).

El pasado 11 de julio, Seve falleció en La Coruña. Había nacido en 1942. La enfermedad le acompañó en la última década, lo que le obligó a renunciar a nuestros encuentros estivales mindonienses. Aunque mermado por diferentes dolencias, mantuvo hasta cuando fue posible su rutina de buen jubilado: lectura, viajes, paseos con su mujer, Coral Vizoso, nacida como él en Xerdiz de Orol;  paseos que sólo interrumpió  un mes antes de un  final que vio venir y aceptó con esa misma  entereza que  dio consistencia a su vida.

Su biografía, por lo demás, es  la de  un luchador con causa. En la semblanza  que publica nuestra web figuran sus datos cronológicos desde que abandonó el Seminario en 1961, después de cursar segundo de Filosofía. Estudió  Filosofía y Letras por libre al tiempo que daba  clases para sostenerse. Ganó por dos veces oposiciones (agregado y catedrático) a instituto de Enseñanza Media y ejerció en Avilés, Villalba y A Coruña. Fue un  maestro irreprochable, de los que preparan con responsabilidad las clases y  de los que se hacen admirar. Coral recuerda ahora sus 65 años de un matrimonio en armonía. Seve me habló alguna vez de ella, rendido.  Había tal fusión entre los dos, que hasta se dejaba ver en su email: sevecoral@… Bromeábamos con esto.

Haber compartido con él aquellos años adolescentes de seminaristas no dejo de verlo ahora como un hecho afortunado. Todo lo que vi en él era aprovechable. Hasta cuando me reprendía.

Te echaré de menos, Seve, maestro, amigo.

Ramón Barro

 

Biografía de Severino López González:

Severino López González

 

 

2 comentarios

  1. Sobre Severino permitidme falar un pouco:Sempre sentin verdadera ledicia ó velo, tanto no tempo da miña mili na Coruña como as veces que viña a Viveiro camiño de Xerdiz a ver a súa mai. Era Unha persoa tan boa e entrañable que toda a xente sempre falaba ben dil. Elegante, fino,educado, prudente, garimososo, culto, sorrinte,,, Foi un placer compartir vida Conil. Qué o Deus no que creu o Acolla ó seu carón.

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