Aquel Teatro nuestro de 1958

Arriba, de Izda. a Decha: Manolo Braña, Pacurri Martínez Sánchez, José Manuel García Cheda, Gumersindo Fernández Sabín, Ramón Saá, Manolo Suárez, Varela Remuñán, José Luis Souto Pérez. Joaquín Suárez. Abajo: Domingo F. Barrera, Luis Fernández Paz, ¿?, ¿?. ¿?. ¿?, Manolo Cillero, Ricardo Pérez Fraguela, Severino López González y Ramón Barro

Por Francisco Martínez Sánchez (Pacurri)

 

Emulando a los latinillos polentinos y santagadeos, del que nos habla el inolvidable pedagogo P. Andrés Manjón en su obrita “Cosas de antaño”, los alumnos de Humanidades de nuestro Seminario Conciliar celebraron con juvenil entusiasmo la fiesta de su particular Patrono, san Nicolás de Bari. Decididos partidarios del horaciano “utile dulci”, realizaron un variado programa en el que no faltó la función religiosa, ni el fraternal ágape, ni las competiciones deportivas, ni, como fin de fiesta, una amenísima velada literario musical”… Hasta aquí el breve y sustancioso comentario periodístico que don Francisco Fanego, canónigo y profesor del Seminario Menor, y, a su vez, corresponsal asiduo, en aquel entonces, de “El Progreso”, en su sección de Mondoñedo.

San Nicolás 1958.-Fue el día 6 de diciembre de 1958, festividad de San Nicolás. La obra teatral era un sainete cómico titulado “El tío de Buenos Aires” de Eduardo Sainz Noguera de la Galería Dramática Salesiana. Se  representó en el magnífico Salón de Actos  del Seminario, bajo la dirección del entonces profesor y tutor don José María Fernández y con la ayuda de Eulogio Carballido (1º Teología).  Los decorados fueron obra, si no recuerdo mal, de los alumnos mayores Ramón Irago (3º Filosofía) y Laurentino López (2º Teología) , dos grandes artistas del pincel. Las fotos recogen los actores propios del sainete y otros artistas que representaron diversos sketchs cómicos y varias interpretaciones musicales, como intermedios  de la obra. Los artistas de los intermedios fueron: Suárez Prado, Fernández Barrera, Braña Gutiérrez, un lisiado por un dentista (¿), Severino López,  y Saá Echevarría y Barro Bello en los papeles de Don Quijote y Sancho Panza, respectivamente, pues clavaban  los tipos A todo esto, siguió el recital poético de un alumno menor (¿) y la magistral interpretación musical del cuarteto Cheda, Severino, Suárez García y Fernández Paz, nuestro Luisiño de inmenso recuerdo. Todos ellos, alumnos de 5º de Latín y Humanidades.

Argumento y reparto.- “El tío de Buenos Aires” es un juguete cómico en un solo acto y en prosa. Presenta a don Liborio (García Cheda), un hombre adinerado, viudo y sin hijos, que en su deseo de conocer y ayudar económicamente a su sobrino, don Pascualito (Pacurri), huésped del hostal de don Hermógenes (Fernández Sabín), en Madrid, decide venir a España, sobre todo atraído por la historia urdida por el tal sobrino y el propio don Hermógenes, con ánimo de enriquecerse ambos a cuenta del argentino. Tras unos enredos altamente cómicos, protagonizados por tres niños (?), supuestamente hijos de don Pascualito, el otro huésped Calixto (Pérez Fraguela) y el portero de la casa, señor Blas (Varela Remuñán), el buen tío descubre la falsedad de los hechos contados, pero, aunque muy dolido, decide perdonarle, por aquello de que “es más grande  quien más perdona”… Al final, “la comida está a la mesa” dirá  el criado de don Hermógenes  (Barro Bello). Y así cae el telón, no sin antes don Pascualito, dirigiéndose al público,  pide “dispensar si le salió algún lunar al tío de Buenos Aires”.

Público.-El aforo fue cubierto por el alumnado de los  Seminarios Mayor y Menor, el claustro de profesores, así como invitados de las ciudades de Mondoñedo y Vilanova de Lourenzá. La alegría festiva del patronazgo de san Nicolás de Bari quedó reflejada sobre el escenario, también entre las butacas donde los aplausos se multiplicaban por decibelios y, por supuesto, como era habitual en todos los eventos culturales, gracias a “Foto Gacio” de Mondoñedo que inmortalizó con su cámara dicho acontecimiento literario-musical.

 Manolo Cillero.-El añorado Manolo Cillero fue el encargado de presentar y de cerrar todo el evento, y lo hizo magistralmente. También fue el encargado de meterse en la “concha” con el correspondiente libreto de apuntador. Poco trabajo le dimos los actores, pues llevábamos muy bien aprendido nuestro papel, gracias a los exigentes directores de escena, don José María y Eulogio Carballido.  El espectáculo fue bien servido, como si se tratase de intérpretes de viejas tablas, dicho sea con “sincera modestia”, incluida la acertada actuación de los “pipioliños” de tercero, que completaron el reparto.

Sketch Pleito en Escena, representado por Manolo Braña (izqda.), Joaquín Suárez, Domingo F. Barrera y Severino López González

 

Reseña de Don Francisco Fanego en El Progreso de Lugo, sobre esta representación teatral

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