Fallece el sacerdote Javier Rodríguez Couce, a los 50 años

Don Javier con el manojo de llaves de sus parroquias. (Foto El Progreso)

De forma repentina, falleció el pasado día 14 de presente mes de octubre el sacerdote diocesano don Javier Rodríguez Couce, que regentaba 35 parroquias del arciprestazgo de Terra Chá. Había nacido en San Sadurniño (A Coruña)  en 1971 y fue ordenado sacerdote en Mondoñedo en 1999. Aunque vivía en la rectoral de Ponte de Outeiro (Castro de Rei), la muerte le sorprendió en su casa de Mañón.

Don Javier inició su ministerio en Cedeira. Allí estuvo un año al que siguieron nueve años en San Claudio (Ortigueira),  cinco en O Barqueiro y Vicedo y dos en el Mosteiro de Samos haciendo espiritualidad. Fue el obispo Sánchez Monge quien le reclamó como cura de apoyo de don Manuel Carballo Ferreiro, quebrantado de salud y titular de seis parroquias de la zona de Castro de Rei. “Fui para quince días y llevo seis años”, decía hace unas semanas don Javier al diario El Progreso de Lugo.

Con el tiempo, y debido al fallecimiento de los párrocos titulares, asumió las 24  parroquias de la UPA de Castro Ribeiras de Lea y otras de Outeiro de Rei, Pol, Cospeito y Abadín. A esta tarea  añadió la capellanía de las residencias geriátricas de Castro de Rei y Castro de Ribeiras de Lea. Para toda esta ingente labor contaba con el apoyo del joven sacerdote don Javier de Rosenda.

El cuerpo de don Javier fue velado en el tanatorio de Ortigueira. El viernes, 15 se ofició un funeral en la iglesia de San Sadurniño, presidida por el obispo de la diócesis, monseñor Fernando García Cadiñanos,  tras el que  recibió sepultura en el cementerio parroquial.

Don Javier se sentía muy integrado en la Terra Chá, donde desarrolló una infatigable labor de acercamiento de los fieles a la Iglesia y predicando con el ejemplo de entrega a los demás, en especial a los enfermos.

Aunque él propio sacerdote  había reconocido padecer algunos problemas cardíacos, nada hacía prever este tan prematuro desenlace.

Descanse en paz nuestro buen amigo don Javier.

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