Aquel seminarista de Arante (Ribadeo), Antonio López Díaz, “pipiolo” en Lorenzá en 1954 (con diez años) es hoy uno de los más brillantes, innovadores, influyentes y fecundos profesores de España en el ámbito disciplinar de la Contabilidad. La Universidad de Oviedo, junto a otras cinco universidades, acaba de editar un libro-homenaje al Prof. López Díaz en el que participan 57 profesores dedicados hoy a la docencia, la empresa o la administración pública a lo largo de toda España. Una obra monumental, de 497 páginas, distribuida en dos partes: una la primera que analiza la aportación científica del protagonista, y una segunda dedicada a “Estudios académicos” de Contabilidad” que acoge 21 trabajos.
Una carrera fulgurante
El joven Antoñito permaneció tan sólo cuatro cursos con nosotros, entre Vilanova y Mondoñedo. Era un alumno de “meritissimus”, estudioso y risueño, nada deportista. Terminó el Bachillerato en Lugo y partió hacia la Universidad Complutense de Madrid para licenciarse, a los 23 años, en la Facultad de Ciencias Económicas, que le otorgaría poco más tarde el grado de Doctor. Profesor en esta misma Facultad algún tiempo, ganó por oposición una plaza en la Universidad de Santiago y, en 1977, lo tenemos ya como flamante catedrático de Contabilidad de la Empresa y Estadística de Costas de la Universidad de Oviedo donde ejercería su magisterio durante ocho lustros.
En un trabajo que sigue a estas líneas se reseña la fecunda vida universitaria de nuestro viejo amigo, que en 2014 ingresó como miembro numerario de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España.
Hoy, en la cima de la vida profesional, abrumado de distinciones, el Prof. López Díaz sigue siendo, para nosotros, aquel Antoñito menudo, inquieto y cortés del Seminario, al que se siente emocionalmente vinculado. Así lo ha manifestado el pasado mes de octubre durante su presencia en el homenaje tributado al Seminario por más de dos centenares de sus antiguos alumnos.
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