Antiguos seminaristas de la comarca de la Mariña lucense renovaron votos de confraternidad del pasado 13 de julio en tierras de Lorenzana, un lugar pleno de evocaciones para todos. Vilanova fue el primer encuentro de aquellos denominados “pipiolos” con el rosa-rosae y la disciplina del seminario. Allí cursaron los jóvenes seminaristas Primero y Segundo de Latín y Humanidades entre 1942 y 1970.
Estaba pendiente este regreso a modo de homenaje a aquella institución y a la nobleza artística de aquellos monumentos que nos resultaron familiares en su día: la iglesia y el Seminario (o lo que queda de él).
Se había organizado con todo detalle una visita guiada a la actual parroquia de la villa, Santa María. Junto a estas letras podemos ver dos joyas: el neoclásico retablo principal, obra de Ventura Rodríguez, y el retablo renacentista que preside una de las capillas laterales. Del tempo se accede al sarcófago del noble Osorio Gutiérrez, más conocido como el Conde Santo.
El grupo recorrió también la exposición, instalada en el Museo Sacro (antigua capilla del Seminario), sobre la vida y obra del escritor y editor Francisco Fernández del Río (Lorenzana 1913-Vigo 2010), a quien fue dedicado el Día das Letras Galegas de este año.
La cita gastronómica tuvo como marco el restaurante O Pazo de Tovar, huésped del histórico pazo-fortaleza-castillo de Tovar o Torre de Canedo, del siglo XII, ubicado en este paraje la parroquia de Santo Tomé de Lorenzana.
ASISTENTES Á XUNTANZA
DE IZQD. A DCHA. Sentados: Rey Sarmiento, Antonio Rúa (sacerdote), Adrián Goás, Trashorras, Iglesias, Timiraos, Manolo Villares, Javier Pernas, Sánchez Marful. Detrás: Manolo Vila, Germán Castro, Dionisio Corral, Del Río Ferro, Daniel G. Artiaga, Portela Lamela, Meilán, Vidal Reigosa, Alfonso Pernas, López Rico y Carballeda.
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