Agustín Fernández Paz, hermano de Luis, y los entonces seminaristas Jesús Goldar y Bernardo García Cendán, villalbeses ambos, se fundieron con los compañeros de curso en el homenaje tributado en la revista Juventud por los compañeros de cursos de nuestro llorado amigo Luisiño. Transcribimos a continuación todos estos testimonios en clara tipografía ante la práctica imposibilidad de acceder a su lectura en los deteriorados ejemplares que se conservan de aquella recordada publicación estudiantil.
Agustín Fernández Paz
… Me pides que os diga algo, a ti (Cillero) y a los de tu curso, sobre mi hermano y me parecen pocas las palabras para deciros cómo era, porque uno siempre guarda un buen recuerdo de su hermano.
El mío era alegre, simpático y no me parecer haberlo visto nunca sin una sonrisa en los labios. Dinámico, pero a la vez prudente; para mí reunía todas las cualidades que hacen que un joven sea apreciado de todos.
Me acuerdo de muchas cosas que nos pasaron juntos; siempre tuvo carácter de niño hasta un poco antes de su muerte, y con su familiar bandurria y sus chistes podría alegrar a cualquiera; además, me causaba gracia cómo se vanagloriaba de tener el hueso de la nariz roto por haberse entrenado con uno de ahí del Seminario que fue boxeador.
Sus aficiones eran: la música (que creo que no hará falta que os lo diga), la natación, pescar, pasear en bicicleta y, sobre todo, hacer inventos y cosas raras. ¡Me hacía cada fusil y cada espada!, que deban gusto verlos. Un día inventó un tipo de submarino más raro, y después, cuando lo probamos, el caso fue que dio resultado.
El mejor recuerdo que de él guardo fue cuando lo vi por última vez, en aquel paseo por Mondoñedo que para mí será inolvidable.
No es contaré más cosas porque creo que vosotros lo conocíais bien; yo os conozco a casi todos sólo de oírle hablar a él, y sobre todo de Cheda (José Manuel García Cheda), que para él era un ídolo.
Recuerdos a todos los compañeros de mi hermano.
Agustín Fernández Paz. Hermano de Luis. Vilalba, 1947. Maestro nacional y profesor de Lengua y Literatura de Secundaria. Autor de 33 obras en gallego., Falleció en Vigo en 2016.
Fernando Porta de la Encina
De Luís, la primera lección es siempre su sonrisa. Hay un servir a los demás que es profundamente bienhechor. Él lo poseía sencillamente, y debemos confiar que pesó como oro en la Cuenta de Dios.
Vivía dispuesto siempre, para todos. Sirviendo a los amigos se nos quedó en el recuerdo la noche de morir: desde cama, con las bromas y la bandurria.
¿No creéis que estar dispuesto siempre para los otros es síntoma claro de estar dispuesto para Dios?
Fernando Porta de la Encina. Ferrol, 1928. Director espiritual del Seminario.
ENCUESTA
La revista JUVENTUD rindió homenaje a Luis en mayo de 1961, con la publicación de una encuesta entre sus condiscípulos, en la que participaron también los seminaristas villalbeses Jesús Goldar y Bernardo García Cendán, además de Agustín Fernández Paz, hermano de Luis, y don Fernando Porta, director espiritual del Seminario.
Estos eran los puntos de la encuesta:
- ¿Podrías contarnos alguna anécdota de su vida?
- ¿Recuerdas con especial cariño Algún detalle suyo?
- ¿Qué cualidades te parece que predominaban en él?
- ¿Podrías resumir su vida en una frase?
Jesús Goldar
1) Un día, después del Rosario, nos juntamos allí todos en la Plaza. Agustín estaba con su hermano. Don Adolfo, al ver a Agustincito, lo cogió por la mejilla y bromeando le preguntó:
-¿Qué haces tú por aquí?¡Qué milagro!
Y Luis contestó: “Lo traje, porque si no, me hacía él quedar en casa…”
2) Cuando él cursaba 1º de Filosofía, descubrió nuestro lejano parentesco y, desde entonces, me llamaba siempre “tío”.
3) La alegría sencilla, natural e ingenua.
4) “Jovialidad centrada”. Debo explicarme: cuando hacía alguna cosa –y siempre estaba en actividad- vertía en ella toda su sicología; y de ahí brotaba su jovialidad y su paz interior
Jesús Goldar Novo. Moucende (Vilalba), 1938. Ordenado en 1963. Falleció en 2020 siendo cura de su parroquia natal.
Bernardo García Cendán
- Sí, muchísimas. Ahí va una entre tantas, botón de muestra de su carácter simpático. Estábamos los de Villalba charlando con Domínguez. Hablábamos de los regalos wue había tenido Laurentino con motivo de su ordenación. Dijo Domínguez: “Creo wue tuvo una casulla gótica y un alba gótica…” Entonces Luis se dirigió a mí y dijo: “Pois nosotros habémoslle de regalar un calzoncillo gótico”.
- La paciencia wue tenía cuando queríamos ensayar alguna cosa y nos salía mal, se manifestaba en un detalle característico: su sonrisa.
- Un sano optimismo.
- Un corazón bueno y jovial que dejó de latir el día más oportuno: “El Día del Corazón”.
Bernardo García Cendán. Villalba, 1941. Ordenado en 1965, ejerció su ministerio en varios puntos de la diócesis. Licenciado en Filosofía (U. P. Salamanca y U. C. de París) y en Sociología (U. C. París). Fue profesor de Sociología en la Universidad de Santiago. Escritor y activo animador cultural. Falleció en 2012.
Manuel Cillero Hermida
- Fue en el Carnaval de I de Filosofía. Yo estaba en el hogar y me avisaron de que Luis anda por los pasillos haciendo “antroidadas”. Desconfiando de que me preparasen una a mí, subí corriendo a esconderme en la habitación, para darles un chasco si venían a metérmela, Pero he aquí que cuando todo confiado entré en la habitación,… ¡patraplaf!, me cayó un jarro de agua arriba. Inmediatamente salieron de la habitación de enfrente Luis y su pandilla, riéndose a carcajadas, mientras que yo, burlado y mojado como un pito, me secaba.
- No es difícil contestar a eta pregunta porque yo a Luis le quería como a un hermano. Los dos de Villalba. Los dos pequeños. Los dos del mismo curso. En fin, que después de siete años andando siempre juntos, tomándonos el pelo mutuamente y a veces incluso guerreando como dos hermanos, me es difícil ver a Luis sin ver toda su vida.
- Luis era un pillo, era un santo alegre, era un buenazo. Si alguna vez me enfadaba por sus bromas, me decía: “Parece mentira, Cillero, todo lo tomas en serio, no se te puede dar una broma…” Y su sonrisa lo arreglaba todo. Tenía buen corazón.
- Se me ocurre aquello del P. Culé:
Se llamaba “Luisón”
Y quiso ser cura, pero
Dios se lo llevó primero
Para hacerlo un serafín
Manuel Cillero Hermida. Villalba, 1944. Seminario: 1954-1966. Fallecido.
Pedro Castro Río
- En verano, los seminaristas villalbeses solíamos ir frecuentemente de pesca. Pero como no teníamos licencia, había que andar con mucho ojo debido a la vigilancia del guardarríos. Pero esto para Luis no era problema. Él nunca llevaba caña, pero siempre traía pesca para el gato. Cogía unos cuantos peces, los metía en el bañador y arreando para casa. Pasaba por delante de las narices del guardarríos tan campante
- Recuerdo con cariño las tardes que pasábamos al lado del río de “Los Novos” jugando a la escoba con la baraja. Luis no sé cómo se las arreglaba que siempre llevaba el “velo” o siete de oros.
- Tenía una gran paciencia artística. En las vacaciones se pasaba tardes enteras carpinteando juguetes, pintando o ayudándole a su padre en la carpintería,.
- Arte y simpatía al servicio del público.
Pedro Castro Río. Villalba, 1944. Ingresó en el Seminario en 1958 (en Tercero de Latín). Cursó Primero de Teología en Comillas. Fue director del Banco Hispano Americano en Galicia. Gran con conocedor de la música coral, fue miembro de las “Scholas” del Seminario de Mondoñedo, y de la Pontificia de Comillas y, como cantante y gestor, de distintas polifónicas de Orense y La Coruña. Falleció en ¿2009?, ¿2010?
Manuel Cao Campo
- En clase de literatura, preguntado acerca de cierto tema, contestó brillantemente citando al francés Apollinaire, tal como suena. Y al inglés William James en auténtica fonética inglesa, como diciendo: “Eh, aquí tenéis a un alumno de don Antonio.
- Su carácter siempre alegre, sonriente, siempre de broma con todos.
- La sinceridad y abertura de un espíritu joven.
Manuel Cao Campo. Cuadramón (Valadouro), 1940. Seminario: 1954. Se ordenó en 1966. Fallecido.
Manuel Fernández y Fernández
- Fue en el carnaval del año pasado. Yo dormía aquel día la siesta. Después de levantarme, cuando quise abrir la puerta, me encontré con wue no podía abrirla, pues Luis me la había cerrado por fuera. Después del Rosario me abrieron y yo salí arreglar un asunto. Hecho lo que tenía que hacer, volví para la habitación y Luis volvió a cerrarme y no me abrió en toda la tarde hasta que don Enrique vino a darme la libertad.
- Toda su vida la recuerdo con cariño, ya que pasamos los siete cursos en el Seminario juntos en todas las distribuciones. Y recuerdo de un modo especial el interés que tenía para que yo aprendiera a tocar la bandurria.
- Artista e sotana.
Manuel Fernández y Fernández. Sistallo (Cospeito), 1943, Seminarista en Mondoñedo 1954-1962. Misionero comboniano en Mozambique y RD Congo. Antropólogo y sociólogo. Del cuerpo técnico del ICEX.
Valentín Caramés
- Un día en clase de don José Cascudo, cuando éste pidió que un voluntario diese un pelo para que pudiésemos verlo en el microscopio, Luis, con sus extraordinarios reflejos, se lo arranca a Cillero, y después de llevárselo a don José, le dice: “Ahora sí que vamos a saber si lavas la cabeza”.
- Sí, un detalle suyo que todos conocemos es que en esta misma clase, cuando don José Cascudo pasaba lista, era el único que contestaba “servidor de usted”. Y en la de don Edelmiro, “Viva Jesús”.
- Creo que sobre todo la de pintor, aunque también era un gran músico.
- “Manantial de sana alegría”, de la que a todos hacía participar.
Valentín Caramés Río. Fazouro (Foz), 1939. Ordenado en 1966. Fallecido.
José Manuel Carballo Ferreiro
- Recuerdo una “antroidada” que le hiciéramos entre él y yo a Severino hace dos años: le sacamos la puerta de las bisagras, quedando sujeta únicamente por el picaporte; luego le dijimos que tenía visita, por lo cual subió a toda prisa a cambiarse; y hete aquí que, al empujar, vino a dar al suelo por acción de la inercia, Severino y la puerta. Menos mal que para amortiguar el golpe habíamos puesto el colchón tendido en el suelo.
- Solo recuerdo haber estado triste una vez su lado: el día de su muerte,
- Gran tendencia al arte, sobre todo a la música y a la pintura.
- Alegría irreflexiva.
Manuel Carballo Ferreiro. Balmonte (Castro de Rei)), 1944. Ordenado en 1966. Sacerdote, escritor y dinamizador social. Falleció en 2017.
Gumersindo Fernández Sabín
1 y 2). Era en el cursillo. Hacía pocos días que habíamos llegado. Fuimos a lavar los pies Luis, Pigueiras y yo. Nos contamos nuestras vidas por primera vez. Nos dijo que era de Villalba, que su padre era músico y que tenía un taller de carpintería. Desde entonces nos hicimos amigos y sobre todo en Mondoñedo volvimos a hablar de estas cosas. Me habló mucho de un tío, gran cazador, que tenía.
Una vez, ya en Filosofía, tuvimos visita los dos; nosotros éramos amigos y nuestras madres se hicieron. Recuerdo lo mucho que hemos hablado en las clases de don José Cascudo y de don Manuel Roca. Que Dios nos perdone a los dos.
De lo mucho que hemos charlado, deduje el respeto y cariño que tenía a sus padres y hermanos. Me hablaba de los premios que había llevado su hermana lo largo de la carrera. De las fechorías que hacían él y Espina cuando se iban a bañar a Los Novos.
El año pasado me decía que quería ir a la Primera Misa de Laurentino, y no quería pedir el dinero a sus padres porque le parecía mucho. Recuerdo que la noche que murió le llegó una carta de casa en la que le autorizaban para ir.
Recuerdo que aquella noche, que le había prohibido el médico cenar y que se tomó una taza de manzanilla por cariño…. Le pregunté al médico si había muerto por ella, y me dijo que una taza de manzanilla no mataba a nadie. Al otro día, cuando iba a verle, había muerto. Tenía una postura angelical, la cama perfectamente hecha, la mano izquierda sobre el pecho y la derecha sobre la almohada, detrás de la cabeza; cada cosa en su sitio. Creía que me estaba haciendo una broma.
3) En él predominaba un entendimiento penetrante y rápido, un profundo sentido del humor y un gran gusto artístico.
4) Un amigo para todos.
Gumersindo Fernández Sabín. Os Feás (San Sadurniño, A Coruña), 1940. Seminarista entre 1954 y 1962 (terminó Tercero de Filosofía). Maestro Nacional y licenciado en Filosofía. Profesor en diferentes centros. En Ferreira (San Sadurniño) donde vive con su mujer, se anima en la carpintería, planta árboles y mima su huerta por donde pasta un caballo.
Arsenio Ginzo Fernández
1) Fue el año pasado en el Hogar. Él y Cillero solían andar siempre con bromas. Un día bromeó “demasiado”, y Cillero salió del Hogar medio enfadado. Uno de los que estaban allí le insinuó que aquello no estaba bien. Luis agachó la cabeza y le dijo todo serio: “Como a mí no me va a hacer caso, pídele perdón en mi nombre. Fue de broma, en serio…” Llamamos a Cillero y todo terminó con una buena partida de “ping.pong” que le dejó ganar. Era cariñoso.
2) Su sonrisa perenne.
3) Su optimismo y espíritu de colaboración-
4) Fue como las aves que emigran al terminar la primavera.
Arsenio Ginzo Fernández. Rececende (A Pontenova, Lugo), 1941. Estudió en Mondoñedo (Latín y Filosofía) y en la U. Gregoriana de Roma (Teología). Se doctoró en Filosofía por la Universidad Complutense y fue catedrático de esta disciplina en la Universidad de Alcalá de Henares. Ha publicado una treintena de libros sobre su especialidad.
José Manuel García Cheda
2) Recuerdo los largos ratos que la música nos juntó desde 5º de Latín y sus estupendas cualidades para ella. Todos recordamos la elegancia con que hacía una canción de tres o cuatro, al no poder pasar de una.
3) Era precioso en él, el espíritu de servicio y buen humor.
4) Su vida fue un breve destierro y una gracia de Dios para nosotros.
José Manuel García Cheda. Ferrol, 1943. Terminó Tercero de Filosofía en Mondoñedo e hizo tres cursos cos de Teología en la Gregoriana de Roma. En la Universidad de Santo Tomás de esta ciudad se licenció en Filosofía, título convalidado en la Complutense. Graduado en Solfeo, Armonía, Contrapunto y Fuga por el Real Conservatorio de Madrid, ejerció en Valencia como profesor de música durante 40 años. Ha compuesto 123 obras musicales.
Evaristo Lorenzo Orol
1) Dos días antes de su fallecimiento, estaban acodados en la ventana del Hogar él y Joaquín, mirando el partido de la 1ª División. Como faltaba uno, Rivero los llamó para que fueran a jugar cualquiera de los dos, y luego le gritó a Luis: “Baix ti, pinguino” (sin diéresis, pues así se tomaban el pelo mutuamente después del “Apollinaire” de la clase de Literatura. Al oírlo, dijo Luis a Joaquín: “Déixame baixar a min, que eso de “Pingüino”… Salió a jugar al fútbol. Rivera, aquella tarde, no dio ni una.
2) El paseo del día 8 en el que a pesar de que él se encontraba algo mal, estuvimos charlando entre otras cosas de las costumbres que había en los entierros y cosas por el estilo. Nadie sospechaba que el día siguiente …
3) Era un genio para la música y la pintura.
4) El optimismo más completo encarnado en su persona.
Evaristo Lorenzo Orol. Recaré, Valadouro, 1940. Ordenado en 1966. Falleció en Ferrol en 2016.
Francisco Martínez Sánchez (Pacurri)
1) Su vida es toda una anécdota. ¿Una? No puedo menos de reírme. Mi querido estómago no era muy católico que digamos. Y todos los días allá iba yo a desayunarme un vasito de agua con unas pastillas que sabían a mil demonios. Luego volvía a mi mesa con el vasito y terminaba de escurrirlo sobre la cabeza de Luis. Todos los días la misma ceremonia y me sentaba tan tranquilo. Pero un día le tocó a él. Ni corto ni perezoso, engancha la cafetera y, como una manga de riego, la aplicó a mi cabeza. Me dejó duchado para un mes. Después, el muy “tunante” me trajo un delantal que me sirvió de toalla.
2) Me enseñó a trinar las cuerdas de la bandurria.
3) Nunca le vi triste.
4) Luisiño era una vida en sesión ascendente. Sus travesuras ostentaban la insignia de un alma grande.
Francisco Martínez Sánchez, Pacurri. Puerto Real (Cádiz), 1941. Hijo de militar, se crio en Ferrol. Ordenado en 1966. Estudió luego en la Facultad Católica de Lyon y se doctoró en Pedagogía en la Universidad de Granada, en la que creó y dirigió el Centro de Recursos Audiovisuales. Vive con su esposa en Granda y está vinculado a la abadía del Sacromonte.
José Ramón Monterroso Fernández
1) Daniel y Carballo fueron al dentista. Muiño abrió la maleta de Daniel y Luis le cogió un puro “Premio” -12 pesetas- y lo puso en la mesa de Monterroso, que lo partió y dio la mitad a Luis y se lo fumaron. Llegó Daniel sin una muela: mira en la maleta y … se encuentra sin puro. Alza la voz y pregunta: ”¿Fuiste tú, Salvatierra, fuiste tú, Carballo; tú, Pepe; Matías, Crecente, Muiño, Monterroso, Luis…?” Respuesta negativa. Muiño dice a Daniel que el puro vale no menos de 50 pesetas. Así lo cree y exige el mismo puro; esto … imposible. Exige uno de la misma marca (le dijimos de comprarle otro de otra marca, pero nada). Por fin, don José Prieto V. resuelve el problema: da a Luis y a Monterroso un puro “Premio” , quienes lo entregan solemnemente a D. Daniel de Novo y de Folgueira, oriundo de la muy noble Bazar.
2) Los sábados, en clase de gregoriano. Luis, Pigueiras y Monterroso eran llamados por don Eugenio “Los tres de la fama”. Y la tuna que Luis organizó con todos los del “Parque de Bomberos”.
3) Alegría, música y puntura. En el Parque decíamos: “Aquí hay jaleo, música y boxeo, cantos y tabaco del mejor…”
4) Amigo y compañero ideal.
José Ramón Monterroso Fernández. Melide, 1942. Cursó 2º de Filosofía en Mondoñedo. Hizo larga carrera como empleado del BBVA. Vive entre Melide y A Coruña.
Daniel Novo Folgueira
1) Recuerdo que Luis tenía una cooperación muy activa con el “despeño de los ratones”. Ponía el queso en la ratonera ayudado por Muiño y, por la mañana, cuando el animalito estaba en su celda, se alborotaban todos los bomberos… Luis, con toda la serenidad, cogía el ratón por el rabo y, después de entrenarlo unos minutos en el ejercicio de natación, lo despeñaba como un cohete hasta en frente de la habitación de Orjales que descendía con un “moco” para acabarlo de rematar.
2) La conversación que tuvimos la noche en que murió, estando él ya en cama, sobre Historia Natural, y su famosa broma del diccionario en el Parque.
3) Pintor y músico.
4) Comedia, pero con fondo.
Daniel Novo Folgueira. Bazar (Castro de Rei, Lugo), 1940. Ordenado en 1966. Falleció en 2020 siendo párroco de Castro de Rey y Cospeito.
Antonio Rodríguez Pena
1) La excursión de la Escola a Luarca. En el coche de los teólogos casi se aburrían; en el nuestro, todos nos pusimos afónicos de cantar y berrear. Pero Luis era el alma de la juerga. De pie en medio del coche entonaba y dirigía sin parar jotas y muiñeiras. Pero lo más bonito fue cuando se puso a imitar a don Eugenio dirigiendo la Escola. Nos dividió en cuatro voces “iguales” y después de darnos el tono, se subió a una banqueta y empezó a dirigir y a gesticular revolviendo los brazos en el aire. Y al final, cuando cada uno gritaba por su lado cuanto más podía sin hacer caso de sus entradas y pianos, se llevó las manos a la cabeza diciendo que no valíamos, que estábamos desentonados…
2) En un estudio de inglés vino a regalarme un cuadro de la tuna y me dijo sonriendo con malicia: “Toma, Pena, que tú eres músico y si algún día llegas a ser tuno, acuérdate de mí”.
Antonio Rodríguez Pena. Cangas de Foz (Lugo), 1940. Ordenado en 1966. Fue capellán castrense de la Armada. Funcionario de la Diputación de Toledo, ciudad donde contrajo matrimonio. Fue vicepresidente de Mensajeros de la Paz. Falleció en Toledo en 2013.
Ramón Saá Echevarría
1) En las clases de música era genial y simpático. Él y Barro B. les hacían los acordes a las lecciones. Y luego, cuando le preguntaban a él, hacía que se ponía serio y empezaba a cantar con tonillo o haciendo repiniqueos y falsetes como si fueran rancheras o jotas. Nos hacía reír a todos, incluso al profesor; pero el caso es que él, con su buen humor, dominaba la música como quería.
2) El gusto que le daba en el Menor chufarse de que tenía barba. Un día que me contaba las buenas notas de sus hermanos, le dije: “Luis, hay que estudiar”. Y me dijo: “Saá, ya estudio”.
3) Inteligencia, memoria e imaginación estupendas. Alegría y sano optimismo.
4) Un caminar prometedor de una vida infantil hacia un optimismo sereno y equilibrado.
Ramón Saá Echevarría. Vilastrofe (Cervo, Lugo), 1940. Estudió Latín y Filosofía en Mondoñedo y Teología en el Seminario Teológico Hispanoamericano de Madrid. Ejerció como maestro nacional y tuvo colegio propio en Madrid.
Manuel Suárez García
1) Estaba yo operado de amígdalas. Detrás de la puerta aparece una cabeza rubia: “¿Quieres la bandurria, Casillo?” Tenía un amigo, pensé.
2) Era como todos y todos lo queríamos bien. Supimos lo que vale un amigo cuando se pierde.
3) Era sencillo y no andaba con dobleces.
4) Tenía 17 años y quería ser cura.
Manuel Suárez García. Cedeira, 1939. Hizo Latín y Filosofía en Mondoñedo y Teología en el Seminario Teológico Hispanoamericano de Madrid. Ejerció varios años en la diócesis antes de emprender varios negocios, entre otros la gestión de un colegio. Falleció en Ferrol.
Joaquín Suárez Prado
1) (Copio literalmente de una carta suya que me dirigió el 2 de julio del 58):
“… Ayer estaba (Paco) –Suso Gómez Blanco- dibujando a Cillero y quería dibujarlo a lo “alto” del papel; llegamos nosotros y le dijimos: “No hagas así sino al otro sentido o no te va a llegar el papel para ciertas partes; él se empezó a reír y Cillero se puso coloradito…”
2) De su carácter, cualidades y modo peculiar de ser da idea este párrafo : “Ya sé que está Pepo dando clases de guitarra; le dices de mi parte que no se emocione. Supongo que las darás tú también y, si no lo haces así, eres un “maleta”, pues de lo contrario nunca sabrás nada. No hay que darle; “el argumento es tumbativo”.
Luis murió y su alma nos espera en el cielo. Jamás lo olvidaremos porque sería lo mismo que olvidarnos de un hermano que se nos ha muerto. Él terminaba su carta así: “No se escribo más. A ver si te acuerdas de mí”
Joaquín Suárez Prado. Santa Uxía de Ribeira (A Coruña, 1943. Vino de muy niño a vivir Ortigueira. Estudio Latín y Filosofía en Mondoñedo y Teología en Comillas. Fue profesor en el Seminario Menor. Estudió Literatura en la Sorbona e Informática Aplicada y de Artes Gráficas también en París. Fue directivo de Larousse y de Naciones Unidas en Viena. Vive jubilado en Áncora (Caminha, Portugal).
Arsenio Torrado Souto
1) Un pequeño detalle de su ingenio: cursando Tercero de Latín, en el estudio tenía pegado en la manecilla de la pluma un espejo muy pequeño que al escribir reflejaba la luz del sol en el techo y, de paso, indicaba cuando venía el superior.
2) Jamás se me olvidará la última vez que hablé con él. Era jueves, en el Paseo de los Paredones, la víspera de su muerte.
3) Hacer a todos la vida amena sin molestar a nadie.
4) Un corazón bueno y alegre con un ingenio sagaz e inocente.
Arsenio Torrado Souto. Gestoso (Monfero, A Coruña), 1942. Ingresó en 1954 en Lorenzana y se ordenó en 1966. Vive en A Coruña.
LUIS, POETA SATÍRICO
Le revista Juventud, en el número de homenaje a Luis Fernández Paz de mayo de 1962, reproduce unos versos y una “Oración” publicados por nuestro compañero el 23 de noviembre de 1958, cuando cursaba 5º de Latín, en la revista gemela Palestra, “muestra de su chispa y buen humor”. Tenía 14 años.
Letanía
De puré de patatis
De lentejis negris
De patatis crudis
De petróleo et gasoil
De garabolis redondis
De cañeriis larguis
De vino “clarete”
De falsis chorizis
De norte fabarum
De bellotis que apelante aceitunas
De falsis chocolates
Oración
Te rogamos, Sr. Mayordomo, que por intercesión de nuestro prefecto de disciplina, alcancemos de la cocina las patatas cocidas, el pan fresco, el arroz con carne y nos libres de la abstinencia de empanadillas y de chocolate verdadero.
Concédenos lo que te pedimos para que podamos vernos quizá algún día gruesos y gordos como bolas de manteca. Amen.
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